Instalaciones Eléctricas CAPITOL 

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26 de septiembre de 2005

Lampara o Tubo fluorescente

Una lámpara o tubo fluorescente es una fuente de descarga eléctrica en una atmósfera de vapor de mercurio entre eléctrodos caldeados a baja presión.

Las radiaciones ultravioletas producidas excitan la sustancia fluorescente de la pared interior del tubo de vidrio haciendo que se genere luz visible.

Sin la sustancia fluorescente que recubre toda la pared interior del tubo son lámparas de vapor de mercurio a baja presión que producen muy poca luz en el espectro visible, pero el arco eléctrico emite una gran potencia de radiación ultravioleta con longitud de onda de 253,7nm.

La capa fluorescente transforma la radiación ultravioleta no visible en radiaciones visibles de mayor longitud de onda.

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Consta de las siguientes partes:

a) Tubo de cristal de distintas longitudes y diámetro normalizado, recubierto en su superficie interior de una sustancia fluorescente en forma de polvo según la composición de esta sustancia, el color de la luz emitida será distinto. En el interior del cristal existe una mezcla de argón a baja presión y mercurio.

b) Casquillos: situados en ambos extremos del tubo y que soportan los filamentos (electrodos) y contactos.

c) Filamentos y electrodos: en espiral doble o triple de wolframio recubiertos de óxidos, estos son sustancias que emiten o liberan electrones a altas temperaturas.


Lamparas o Tubos fluorescentes


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Reactancia

Como el arco eléctrico tiene una resistencia negativa, las lámparas de descarga presentan una impedancia negativa y es preciso instalar una reactancia en serie que haga de bobina de choque.

La reactancia limita la corriente y produce la fuerza electromotriz inducida necesaria para ionizar el vapor de mercurio y producir el encendido de la lámpara.

En contrapartida, la reactancia y los electrodos presentan una impedancia inductiva con un bajo factor de potencia, del orden de 0,5 que hace necesario instalar un condensador en paralelo con la red para mejorar el factor de potencia a un valor mínimo de 0,85.

Consta de las siguientes partes:

a) Cuerpo: compuesto por un arrollamiento o bobina sobre un núcleo de chapas magnéticas.

b) Carcasa: que posee dos terminales de salida.

c) Sustancia de poliéster: situada entre la carcasa y el núcleo como aislamiento y reductor de zumbido


EL CEBADOR

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Esquemas


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ANORMALIDADES EN EL FUNCIONAMIENTO Y SOLUCIONES POSIBLES

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Son varios los síntomas por los cuales se deduce que una lampara fluorescente funciona irregularmente por razón de la lampara misma.

Ennegrecimientos en el tubo fluorescente:

Si la lampara no está bien construida, antes de las doscientas horas de funcionamiento debe manifestar las anormalidades que se indican con respecto al ennegrecimiento.

Todo ennegrecimiento que no aparezca como el de la figura (A) debe considerarse como anormal. El ennegrecimiento anormal se da en uno o en los dos extremos de la lampara. Se extiende a partir de las bases hasta una distancia de 5 a 7 Cm. Es efecto del desprendimiento de las partículas del cátodo durante la vida normal de la lampara. Simplemente, es un indice del fin de la utilidad de la misma. Las anormalidades en el ennegrecimiento son las siguientes:

a) .- Anillos en los extremos.

En uno o ambos extremos pueden aparecer anillo colorados con un ligero tinte castaño. La anchura de los anillos es aproximadamente de 2 Cm, y aparece a unos 5 Cm de la base figura (B). El borde que mira a la base es muy definido, estando mas desdibujado el otro borde. Es consecuencia del desgate catódico y de los arranques inadecuados. Sí producen muy mal efecto, colocar una lampara nueva o proteger de la vista los extremos del tubo. Es conveniente comprobar si el arranque está o no en condiciones de perfecto funcionamiento.

b) .- Rayas oscuras.

Son rayas a lo largo del tubo, de color oscuro irisado, causadas por la reunión de pequeños glóbulos condensados de mercurio. La ubicación de las rayas es la parte inferior o zona mas fría del tubo figura (C). Para provocar experimentalmente esta condensación, basta enfriar una zona del tubo, y se obtendrá  el defecto señalado. Cuando aparecen las rayas en la parte central, es difícil su desaparición. En otros casos, el mercurio llega a evaporarse. Para favorecer la evaporación del condensador, girar media vuelta la lampara en el portalámparas. También la temperatura evaporará el mercurio.

c) .- Manchas punteadas oscuras.

Manchas de 1,2 Cm de anchura formadas por puntitos oscuros. Comienzan a unos 2,5 Cm de la base y se extienden sobre media circunferencia figura (D). Es cosa normal; pero la aparición de los puntos al principio de la vida de la lampara es debido a una corriente excesiva de arranque o de funcionamiento, radicando el defecto en reactancia de inadecuada capacidad. Así hay que comprobar la justeza de la reactancia o ver si la tensión de línea  es mas alta de la tensión calculada.

d) .- Manchas negras y densas de los extremos.

Si esto sucede al cabo de bastante tiempo, no tiene importancia, pues se debe a la emisión electrónica de los electrodos. Pero si se producen al principio de la vida del tubo, constituye una amenaza para el.

Hay un ennegrecimiento dentro de los 2,5 Cm de las bases y a la ancho de media circunferencia del tubo. Se debe al deposito de mercurio, lo cual es muy común en las lamparas de 2,5 m/m de diámetro. Se evaporara el mercurio con el calor de funcionamiento. Pero hay un ennegrecimiento prematuro, parecido al anterior figura (E) que indica que el material activo de los cátodos se desprende con demasiada rapidez; Evidentemente señala anomalías en el funcionamiento que son debidas principalmente a una cualquiera de las siguientes, sin exclusión de que concurran dos o tres causas:

α) .- El arrancador es defectuoso.

Origina parpadeo y prolongados centelleos en el encendido. No hay otra solución que reponerlo.

β) .- Falla el arrancador.

Los extremos de la lampara permanecen encendidos; el fallo se habrá originado por quedar en cortocircuito el condensador, o por haberse soldado los contactos del arrancador. Habrá que reponer el condensador  o el arrancador.

γ) .- Falta el compensador de arranque en el circuito en adelanto de la reactancia tulamp.

Como remedio, instalar el compensador en serie con el arrancador en el circuito en adelanto. Las lamparas de 65 y 100 vatios no necesitan compensador.

δ) .- Fallo de la reactancia.

Por haber sido mal calculada o no responder a las especificaciones de potencia del tubo. El remedio, naturalmente, consistirá en usar reactancias de características correspondientes a la lampara.

ε) .- Exceso o defecto de tensión.

La tensión no se ajusta a los limites correspondientes a la reactancia.

λ) .- Flojedad en los contactos.

Originan intermitencias de encendido y apagado; estará principalmente en los portalámparas. El remedio es obvio.


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